Ahmed Adghirni: “Marruecos está en manos de Francia
Entrevista con el presidente del ilegalizado Partido Bereber
Ahmed Adghirni: “Marruecos está en manos de Francia”
Ahmed Adghirni
Ahmed Adghirni, presidente del recién ilegalizado Partido Democrático Amazigue Marroquí (PDAM o bereber), ha presidido en Granada la Asamblea Política que ha enfadado a Mohamed VI ante el apoyo prestado por Rodríguez Zapatero a la misma. El dirigente bereber fustiga sin piedad al régimen marroquí, que considera controlado y dirigido por Francia. Adghirni afirma que la democratización de Marruecos pasa por un modelo autonómico similar al español, que permita acabar con la corrupción y la usurpación de tierras y riquezas mineras por los grupos de poder. Cree que la gran oportunidad de España, a diferencia de Francia, es liderar una nueva política con África del Norte basada en la vecindad y no en la dominación imperial. Pedro Canales. Granada ¿Qué papel juega Francia en el mantenimiento del sistema político marroquí? ¿Incluso el Ejército? ¿Cómo? Estados unidos franco-árabes ¿De qué manera? En el PDAM ¿hay sólo amazigues (bereberes) o está abierto a los no-amazigues? Pero en Marruecos no está reconocida esta diversidad religiosa, por ejemplo... Sin embargo, en la historia de Marruecos predomina el Islam Saharauis de origen bereber En el Sahara hay muchas tribus bereberes. ¿Qué relación tienen con ellas? ¿Qué piensan de la autonomía que propone Mohamed VI en el Sahara? ¿Es rico o pobre Marruecos? ¿Qué papel juegan los judíos marroquíes? ¿Y España? ¿Y Francia? ¿Qué piensa su partido sobre Ceuta y Melilla?
Los cuatro pilares del régimen son la Monarquía, el Ejército, el islam y la identidad bereber. Y los cuatro están dominados por Francia, se encuentran bajo su yugo y siguen su modelo. Todo el reino está en manos de Francia.
Sí. El primer jefe de gobierno después de la independencia. Si Bekkai, fue un oficial del Ejército francés. Mahyub Aherdan, el primer ministro de la Defensa, también. Mohamed Ufkir, también. Toda la plana mayor de las Fuerzas Armadas Reales (FAR) provenía del Ejército colonial. Siempre hubo esa confusión. Nosotros queremos alertar sobre este peligro.
Es París quien controla la apertura y la transición democrática en Marruecos. Francia nos considera como un ejemplo de jacobinismo a la africana. El Estado francés nos ha impuesto este régimen político, sus Leyes y su Constitución. Incluso la organización de los partidos políticos y de las asociaciones es obra de Francia. La política oficial de París hacia Marruecos es la misma que al inicio del siglo XX, a comienzos del Protectorado. Es la continuidad de las leyes del derecho de propiedad del suelo y de las propiedades del Estado. Es Francia quien gestiona la privatización de la economía, e incluso la arabidad de Marruecos es sostenida por Francia.
Las dos componentes de la arabidad, son la cooperación con Francia y la política de la francofonía y del islamismo marroquí. Esto viene de la época de Napoleón, que transformó el imperio francés en un imperio franco-árabe. Francia quiere hacer de África del Norte “los Estados árabes de ultramar”. Esta Francia de ultramar está basada en el círculo de poder, el denominado Majzén, la francofonía, el islam francófono y la identidad bereber francófona.
Somos un partido abierto a todos los marroquíes de ambos sexos. Así lo dicen claramente los estatutos. El Ministerio del Interior en su “explicación” de las razones por las que nos ha ilegalizado, no se ha basado ni en nuestro programa, ni en nuestros estatutos. Se ha basado en sus ideas preconcebidas, no en las nuestras. No somos un partido étnico, ni racista, ni xenófobo. Somos una tendencia de la diversidad multicultural. Reconocemos la diferencia étnica, ideológica y religiosa; la diversidad de creencias, de razas y de etnias. No estamos en contra de ningún grupo del pueblo marroquí.
Efectivamente. Nuestra meta es lograr la diversidad y cambiar la Constitución. Ninguna religión debe imponerse a las otras. Los marroquíes tienen que tener derecho a elegir la creencia religiosa que quieran. Por esta razón se oponen a nosotros los unionistas y las tendencias dictatoriales que quieren dominar el islamismo y la arabidad.
Nosotros veneramos a santos cristianos, como San Donato, que fue un bereber que predicó un cristianismo rural, propio de África del Norte, en contra del Imperio romano. San Agustín, que también era bereber defendía al Imperio romano, mientras que San Donato y su corriente donatista estaban en contra del poder de Roma. Es el mismo ejemplo de hoy, entre el islam amazigue y el arabismo. Nosotros defendemos nuestro islam propio, no el de Arabia Saudí.
La mayoría de los saharauis son de origen amazigue. Nosotros consideramos el Sáhara como parte integrante de Tamazga, nuestra gran nación amazigue. No apoyamos la división de Tamazga, la separación del Sahara Occidental como pretende el Frente Polisario. Para nosotros es una parte de la nación amazigue.
Estamos en contra de ese proyecto concreto de autonomía y somos favorables a un sistema de autonomías abierto a todas las regiones de Marruecos, al Rif, al Souss, al Atlas Medio.
Es un país con enormes yacimientos, fosfatos, cobalto, uranio, con recursos hídricos y agrícolas, con bosques y grandes superficies de explotación agraria. El problema es que Marruecos económicamente está dominado por un puñado de familias, por una élite que acapara sus riquezas. Si un día los marroquíes tuvieran la posibilidad de beneficiarse de estas riquezas, seríamos un país mediterráneo rico, que podríamos dar un ejemplo de desarrollo sobre la base de la cooperación con países como España.
El judaísmo forma parte de nuestra historia. Pero dicho esto, en las relaciones entre Marruecos y Francia son preponderantes los judíos marroquíes de nacionalidad francesa. Desde comienzos del Protectorado fueron los primeros en naturalizarse franceses, lo que favoreció que los judíos marroquíes se plegaran a la política francesa. Todo esto debe cambiar ahora. Y tienen que comprender que nuestro porvenir común debe basarse en otras opciones, en la diversidad étnica y religiosa.
Somos vecinos históricos. Ya en la época fenicia éramos parte del mismo conjunto geopolítico. En el período romano formábamos parte de la misma provincia del Imperio. Lo mismo ocurrió con los vándalos, con los visigodos y en el período islámico. Y ello a pesar de los conflictos étnicos y religiosos. Desde esta perspectiva es lógico que España tiene que inaugurar una nueva política y ver a los amazigues como verdaderos vecinos.
No somos vecinos de Francia, sino de España. Francia es un país dominador en lo cultural y en lo lingüístico. Sufrimos la presencia francesa porque España durante los años 30 del siglo pasado y a lo largo de todo el período franquista estuvo ausente y dejó la mayor parte del territorio marroquí en manos de Francia. Los españoles se limitaron al Rif, al Sahara y a Sidi Ifni. Nos abandonaron sin ni siquiera preservar nuestros derechos culturales. La españolidad en el Rif y en el Sáhara ha sido casi exterminada por el arabismo y la francofonía. Esto forma parte de una política deliberada de París, que quiere mantener, como le digo, el monopolio cultural y lingüístico.
Mientras que los tradicionalistas de la política marroquí y el nacionalismo arcaico buscan crear problemas con España sobre Ceuta y Melilla, nosotros hemos hecho pública nuestra posición. Para el PDAM las dos ciudades, las islas Chafarinas, los peñones, son territorios de África del Norte. Geográficamente es muy claro. Pero en el plano político los consideramos territorios rifeños. En consecuencia, su futuro debe contemplarse dentro del sistema autonómico que defendemos. España ya ha dado un gran paso al reconocer las dos ciudades como autónomas. La solución está en un cambio democrático en Marruecos.